Acaba de comenzar la primavera. Se trata de la estación más temida por las personas que padecen alergia. Más de 8 millones de españoles, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, son alérgicos al polen. La mayor parte (7 millones) son alérgicos a las gramíneas. Les siguen los alérgicos al olivo, a las arizónicas, y al plátano de sombra.
Este otoño-invierno ha llovido poco. De hecho, ha sido el invierno más seco de los últimos 60 años. Para los alérgicos se trata de una buena noticia, ya que se prevé que la temporada de alergia sea leve en la mayor parte de España. En Madrid las previsiones de alergia esta primavera son moderadas.
¿Cómo afectan los procesos alérgicos a la salud auditiva?
La alergia es una reacción inmunológica del organismo a sustancias externas que considera dañinas. Los síntomas más frecuentes son picor nasal y de ojos, lagrimeo, estornudos y congestión nasal.
Las vías respiratorias están conectadas con los oídos por lo que, si las primeras se ven afectadas, los segundos también sufren las consecuencias.
Un proceso alérgico puede provocar que la trompa de Eustaquio, que se encarga de controlar la presión detrás del tímpano, se inflame permitiendo que permanezca líquido dentro del oído medio.
En este líquido pueden proliferar bacterias que son las que pueden dar lugar a una infección. Es lo que se conoce como otitis.
Las infecciones del oído medio suelen ser más habituales en niños pequeños debido a un tamaño menor de las trompas de Eustaquio que favorece su obstrucción. Sin embargo, también los adultos pueden sufrir otitis. Y la alergia puede ser una de las causas.
Los síntomas más comunes de una otitis son picor o dolor de oídos, fiebre, taponamiento de los oídos y disminución de la audición.
Evitar la Otitis Alérgica
Es importante que la persona que padezca los síntomas propios de la alergia, acuda al especialista para conocer con exactitud a qué se es alérgico. De esta manera podrá tener en cuenta el estado de la floración de la especie a la que es alérgica.
Aunque la alergia no se puede evitar, sí se pueden tener en cuenta algunos factores que contribuyan a minimizar los efectos de la misma.
Así, por ejemplo, es recomendable mantener las ventanas de casa cerradas en la época de mayor floración, especialmente en los días de viento. Y, si es posible, evitar salir de casa.
Utilizar gafas de sol envolventes puede mantener los ojos protegidos del polen en suspensión. Lavar de manera habitual las fosas nasales ayudará a mantener limpias estas y, por ende, las vías respiratorias.
Estas medidas pueden contribuir a minimizar la congestión nasal y la infección de los oídos y, de esta forma, evitar el desarrollo de la otitis.
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