Sistema AuditivoEn audiología, la prevención y detección precoz de los problemas auditivos o su rehabilitación es su razón de ser, por ello nos preocupamos por su salud auditiva. Es importante saber que nuestro sistema auditivo tiene la función de transformar las ondas sonoras en vibraciones que estimulan las células nerviosas y así oímos. Cuando hablamos de ruido nos referimos a la contaminación acústica; la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un nivel de ruido no superior a los 55 decibelios (dB) de forma permanente.

Diversos estudios demuestran que la contaminación acústica, el ruido o sonidos que superen los 75 dB y sean de exposición prolongada pueden causar problemas auditivos en las personas. El ruido afecta  a casi el 80% de las personas que viven en grandes ciudades, según la OMS.

En la actualidad, los niveles de contaminación acústica en las ciudades son elevados, por lo que las legislaciones europeas ponen el límite en 65 decibelios durante el día y 55 decibelios durante la noche.

Hay que destacar que el ruido no afecta igual a todo el mundo. Se puede considerar ruido a todas las emisiones acústicas que resulten molestas.

La contaminación acústica además de poder producir daños irreversibles en el sistema auditivo, también está relacionado con problemas como el estrés, la ansiedad, la irritabilidad, las alteraciones en el sueño, la falta de atención y concentración, el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria y de la presión arterial, entre otros.

La hipoacusia es una de las principales consecuencias del  ruido excesivo.

Algunas recomendaciones a tener en cuenta para evitar la sordera a edades tempranas son:

–       Vacunar a los niños contra enfermedades como la meningitis, el sarampión y la rubéola.

–       En los casos de personas que trabajen permanentemente con un nivel de ruido superior a los 65 dB se han de usar los complementos necesarios para una correcta higiene auditiva:  tapones u orejeras.

–       Limitar el volumen en los auriculares y reproductores de música y/o la televisión.

–       Evitar lugares ruidosos.

–       No utilizar los auriculares más de 60 minutos diarios.

Al igual que la vista, la audición es muy importante para nuestro quehacer diario; cuidemos de nuestro sistema auditivo acudiendo al menor síntoma de sordera al especialista para  intentar frenar la evolución (o que ésta evolucione del modo más lento posible) y para adoptar las medidas convenientes para que no se atrofie la percepción del sistema auditivo, cosa que puede pasar, especialmente si sólo perdemos audición en uno de los oídos

Federópticos Orense dispone de especialistas en la función auditiva que estarán encantados de asesorarle y –si ha lugar- probarle y/o suministrarle modernos audífonos que “no se notan”,  cuya sincronización se hace personalizada  y así se minimiza el proceso de adaptación; con una adaptación precisa también se logra que lo que se percibe sea lo más parecido posible a lo que se oía antes de empezar a perder audición.

No lo dude, si lo necesita, hágase una prueba. No le costará nada y probablemente volverá a oír piar los pajaritos… re-descubrirá el mundo y lo disfrutará más.

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