Gafas de sol para niños

Cuando nace un niño es muy normal que entre todas las recomendaciones que reciben los padres, esté la de dar un paseo diario mínimo de 30 minutos y a ser posible que les de la luz del sol, pero no durante las horas de mediodía.

Los rayos del sol aportan al organismo vitamina D, imprescindible para el crecimiento y para el desarrollo corporal. Cuando llega la época de sol intenso -en gran parte de nuestro país, entre los meses de abril y septiembre-  lo normal es que los padres empiecen a dar cremas protectoras a sus hijos para evitar que los rayos UV provoquen lesiones en la piel de los niños; pero ¿qué pasa con los ojos de los niños? ¿a cuántos niños vemos en estas épocas con gafas de sol?

El cristalino de niños menores de 10 años deja pasar más de un 75% de los rayos UV si lo comparamos con solo el 10% que deja pasar a partir de los 30 años de edad.

Es importante que los padres se conciencien – al igual que lo hacen con la piel de sus hijos cuando les dan cremas protectoras contra los rayos UV – que es importante también protejan sus ojos.

Según un estudio realizado por Transitions Optical  (empresa líder en lentes fotocromáticos) un 23% de los padres españoles no toma ningún tipo de precaución para proteger los ojos de sus hijos de la radiación ultravioleta.

Generalmente los niños pasan más tiempo al aire libre que los adultos y pueden llegar a estar hasta tres veces más tiempo expuestos a la radiación solar.

Las gafas de sol para niños deben proteger contra el 100% de los rayos UV, deben estar homologadas por la Comunidad Europea (CE) y la forma de tener la garantía de que esto es así, es adquiriendo las gafas de sol en ópticas que son los únicos establecimientos especializados en la visión.

También hay que decir que las gafas de sol adquiridas en mercadillos o lugares que no sean ópticas, pueden tener aberraciones en las lentes que pueden deformar la visión del niño y consecuentemente éste no querrá usarlas, lo que puede acarrear consecuencias negativas para sus ojos.

En la actualidad existen una gran cantidad de modelos, colores y tamaños adecuados para niños desde que tienen pocos meses de vida.

Las gafas de sol para niños que suministran las ópticas están fabricadas con materiales flexibles y no tóxicos. En el caso de que el niño tenga algún tipo de alergia a los acetatos, existen monturas hechas en materiales hipo-alergénicos. En caso de duda pregunte a su óptico de confianza.

También es normal y habitual que los niños tengan menor soporte por el tamaño de su naricita para llevar las gafas o que su intensa actividad impida que las gafas estén siempre en su lugar; para estos casos… en primer lugar hay que elegir convenientemente el modelo de gafas de sol y si ya está adquirido y continúan los problemas, existen almohadillas especiales para colocar en el puente o cintas sujetoras para evitar que se caigan o se estén desplazando continuamente.

Si  el niño utiliza de forma habitual gafas graduadas, existen tratamientos fotocromáticos que se ajustan a la intensidad del luz que el niño recibe en sus ojos o puede tener unas gafas de sol graduadas para utilizar cuando están durante un cierto tiempo al sol especialmente en la playa y en alta montaña.

El equipo de ópticos-optometristas de Federópticos Orense le podrá orientar en cuanto al tipo de gafas de sol conveniente para que  los ojos de su niño estén debidamente protegidos durante todo el año.

Oscar Esteban Fernández

Director de  Federópticos Orense

info@federópticosorense.com