Mantener una buena salud cardiovascular influye, de manera directa, en la audición. Los estudios realizados en los últimos años demuestran un vínculo estrecho entre la salud del corazón y la de los oídos.
Es importante sensibilizar a la población sobre el peligro que supone la hipertensión arterial. Esta enfermedad puede provocar problemas en el corazón, accidentes cerebrovasculares y, no menos importante, la pérdida de audición y la aparición de problemas auditivos. De hecho, un estudio, llevado a cabo en la prestigiosa Universidad de Harvard, demostró que la mayoría de las personas con hipertensión sufren pérdida auditiva.
Oídos y Circulación sanguínea
Los oídos son unos órganos muy delicados. Las células ciliadas de la cóclea, que se encuentra en el oído interno, son muy sensibles al flujo sanguíneo y si este falla, el oído se resiente.
La sangre aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para que el oído funcione correctamente. Las células ciliadas, encargadas de transformar las vibraciones de los sonidos en impulsos eléctricos para enviarlos al cerebro, se ven afectadas por la falta de oxígeno. Si el problema persiste en el tiempo, las células pueden quedar dañadas de manera permanente.
Las células ciliadas no se regeneran y, una vez dañadas, no se pueden recuperar. Los problemas auditivos o la pérdida de audición, se vuelven permanentes. La pérdida de audición es el principal problema derivado de la hipertensión, pero no el único. La aparición de acúfenos también está relacionada con esta enfermedad.
Hipertensión y Salud Auditiva
La hipertensión arterial es, como su nombre indica, una presión elevada en las arterias. Provoca el endurecimiento de las mismas lo que, a su vez, da lugar a que la sangre no pueda fluir correctamente por su interior.
La edad, la falta de actividad física, el sobrepeso, antecedentes familiares o el consumo de tabaco son algunas de las causas de la hipertensión arterial.
Es importante que las personas con hipertensión mantengan unos hábitos de vida saludables en los que no puede faltar el ejercicio. Practicar una actividad deportiva o simplemente andar media hora todos los días, contribuye a reducir la presión arterial y, como consecuencia, favorece la salud auditiva.
Además del ejercicio, es recomendable mantener una dieta pobre en sal. Esto significa cocinar con poca sal y también evitar los alimentos ricos en sal como embutidos, conservas, aperitivos y alimentos precocinados.
También es importante evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Sabiendo que la hipertensión arterial afecta a la salud auditiva, es importante que las personas hipertensas acudan, de manera periódica a revisar el estado de su audición. De esta manera pueden detectar, de manera precoz, cualquier problema auditivo y ponerle remedio.
Recuerda, protege tu salud auditiva y, si crees que puedes tener algún problema de audición o quieres conocer el estado de tu salud auditiva, acércate a Audiocentro Orense (C/ Orense, 7) o llámanos por teléfono al 91 533 68 90.
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