La hipermetropía es una ametropía que, en cuantía suficiente, disminuye la agudeza visual; las hipermetropías bajas (que son la inmensa mayoría) no disminuyen la agudeza  pero pueden dificultar considerablemente el confort y el rendimiento visual y consecuentemente también pueden dificultar la consecución de buenos resultados escolares y/o producir síntomas astenópicos (molestias oculares, dolores de cabeza etc.) a las personas que tienen mucha demanda de atención visual, como son los estudiantes, las personas que trabajan con ordenadores, etc.

Estas hipermetropías bajas, que no impiden ver bien (quienes la padecen pueden conseguir buena agudeza visual aunque solo sea por un instante) normalmente no se compensan con gafas o lentes de contacto; muchas personas a las que no les gusta leer y/o realizar actividades de cerca que requieran atención y/o concentración, tienen hipermetropía funcional sin compensar.

Cuando nacemos las estructuras de los ojos son muy inestables y un mismo bebé puede ser muy miope si tiene una rabieta o muy hipermétrope si está feliz, descansando plácidamente; las oscilaciones en la graduación (obviamente objetiva) de algunos bebés, en sus primeras 24 h. de vida, pueden llegar a las 20 dioptrías. Esa banda de estrecha rápidamente quedando un 70% de los niños con hipermetropía (hipermetropía fisiológica) que normalmente se va corrigiendo de forma natural a medida que el niño crece. En ocasiones no se corrige totalmente dando lugar a la hipermetropía infantil que puede dificultar el rendimiento visual y con ello el rendimiento escolar. Por ello es tan importante realizar, a los niños a partir de los 6 años de edad, un examen visual para que tengan buen rendimiento visual desde el principio de la escolaridad, se acostumbren a ser buenos lectores, entre otras.

Para entender la hipermetropía de una forma más visual está el siguiente gráfico:

Hipermetropía

Cuando el ojo de una persona con hipermetropía está relajado enfoca la imagen detrás de la retina y no sobre ella; lo que sucede es que los ojos de los hipermétropes suelen estar acomodando constantemente (sobre todo si son hipermétropes funcionales) con lo que logran ver bien; pero al tener que hacer un sobre-esfuerzo de acomodación constante, disminuye su rendimiento y su confort visual. De ahí la importancia de que utilicen su compensación óptica (gafas y/o lentes de contacto) no para “tener buena vista” –porque muchos hipermétropes la tienen sin gafas ni lentillas- si no para tener un buen rendimiento y confort visual.

Los síntomas de la hipermetropía pueden ser:

–       Visión borrosa (si la hipermetropía es considerable)  y/o

–       Dolor de cabeza

–       Fatiga ocular

–       Mareos, entre otros.

Pero con frecuencia los síntomas son tan sutiles que se hacen imperceptibles: Por ejemplo, un síntoma puede ser que a un niño no le guste leer….

La hipermetropía se detecta mediante un examen visual y se compensa con gafas, lentes de contacto. Con frecuencia las gafas de los hipermétropes se usan solamente de modo ocupacional: Sólo cuando miran de cerca más de 5 minutos seguidos o más de 15 minutos si están alternando la visión cerca-lejos.

Si lo que deseas es la realización de un examen visual especial enfocado al rendimiento visual, para evaluar  todas las funciones relacionadas con  el rendimiento y el confort visual mejor hacerlo en un centro de terapia visual, porque entra dentro de lo posible que precise también de algunos ejercicios de terapia visual (sobre todo si ha estado ya algún tiempo sometiendo a los ojos a un sobre-.esfuerzo) y en Confort Visión se dedican preferentemente a realizar este tipo de tratamientos.

Tanto Federópticos Orense (Telf. 91 533 68 90) como Confort Visión (Telf. 91 553 66 63) están en la c/Orense, 7 (al lado de el Corte Inglés de Nuevos Ministerios).