Descubre los beneficios de la terapia visual y los problemas que se pueden solventar con un tratamiento

¿En qué consiste la terapia visual? También se conoce como entrenamiento visual y es una especialidad de la optometría en la que se usan diferentes procedimientos  como los ejercicios visuales. Estos están regulados y adecuados a diferentes niveles de dificultad según el paciente y el tratamiento.

La terapia visual comportamental mejora las habilidades visuales y el rendimiento visual

De esta forma, se establecen nuevas conexiones neuronales, que permiten recibir, procesar y comprender mejor los estímulos visuales.

Así,  no solo se mejora  el funcionamiento del sistema visual sino también su coordinación con  los demás sistemas sensoriales, lo que es clave para el desarrollo.

La terapia visual se puede realizar a todas las edades, sin embargo, se debe tener en cuenta que cuanto antes se detecte el problema y se comience el tratamiento, se podrán conseguir mejores resultados.

¿Qué problemas puede tratar la terapia visual?

  • Se usa para el control de miopía combinada con la orto-k:  la ortoqueratología consiste en la utilización unas lentes de contacto especiales rígidas que se ponen para dormir, permitiendo ver bien durante todo el día sin gafas ni lentillas. Esta técnica está probada en el control de miopía y combinada con técnicas de higiene visual y la terapia se mejora la eficacia visual, por lo que el sistema tiene menor necesidad de miopizarse.
  • Estrabismo: cuando se consigue que ambos ojos funcionen bien conjuntamente, es decir, se recupera la binocularidad, el estrabismo deja de existir. La terapia visual puede conseguir alinear ambos ojos y disfrutar de eficacia en la percepción visual.  También puede llevarse a cabo en la etapa adulta, aunque es mejor realizar el tratamiento en la infancia.
  • Problemas de aprendizaje: gran parte del aprendizaje implica el sentido de la vista durante la etapa infantil. Si el sistema visual de un niño no funciona correctamente, le restará oportunidades a su desarrollo y a superar exitosamente sus estudios.
  • Ojo vago: para la ambliopía, así como en el estrabismo, en la terapia visual se trata de recuperar la visión binocular de ambos ojos y que no haya retrocesos.
  • Síndrome Visual Informático: cada vez pasamos más horas delante de las pantallas digitales, lo que genera molestos síntomas y fatiga visual. Se recomienda seguir un tratamiento de terapia visual personalizada conjuntamente con unas gafas ocupacionales para recuperar el confort visual en el trabajo.
  • Integración de reflejos: si existe algún fallo en los reflejos primitivos que los niños desarrollan en los primeros años de vida, se pueden generar problemas de aprendizaje. Para ello, la terapia visual restablece la integración de los reflejos y el funcionamiento del sistema visual.
  • Terapia neurofuncional: los niños realizan los mismos gestos estereotipados, conocidos como patrones. En algunos casos, si presentan dificultades o alteraciones en el desarrollo, estos movimientos no se producen de forma natural, como arrastrarse, gatear, etc., afectando a la lateralidad. Al fallar el proceso de comprensión y procesamiento se pueden dar dificultades para la lectura o la escritura.

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